EN DESACUERDO CON EL MAPUDUNGÚN
Creo que esta historia le ha pasado a mucha gente. Y si no es mucha, al menos le ha pasado a mi gran amigo ManuPrado.
Resulta que en una sala oscura, iluminada apenas por un xenon de miles de watts de potencia, vimos cómo nuestra infancia crecía y pasaba de moda a vista y paciencia de clásicos del cine que lo pendejos de hoy en día, apenas verán en Blu-ray.
Cómo olvidar clásicos como "La punta en la piedra", "Blanca nieves y los 7 sub-normales" o "Súper Ratón". Películas que en su momento fueron DE LO MÁS QUE HAY (al menos para mí lo siguen siendo) y que ahora permanecen ocultas debajo de layers de polvo y excremento digital.
Una historia que se escribió durante varios domingos de mi infancia en esa sala oscura. La sala del CINE HUELÉN.
Y aquí viene la paradoja: puta, de ese cine guardo los mejores recuerdos de mi infancia. Esa infancia donde no me compraban cabritas porque eran muy caras pero donde sí llevaba un queque envuelto en servilletas y fanta en botellas de Salbutamol.
Ese Cine, el Huelén, es para mí un sinónimo de grandes momentos que lamentablemente hoy están clausurados a la infancia por falta de lucas o no sé qué. Era una gran sala hedionda a butaca de cuerina y semi-oscura adornada apenas con un reloj de punteros. Esa sala que hoy permanece lejos de las luces del 3D o de los neo clásicos de Pixar.
HUELÉN = LUGAR DONDE OCURREN LAS COSAS MALAS. ¿?
Curiosamente, todos los cabros chicos
que fuimos a ese cine, lo recordamos como
EL LUGAR DONDE OCURREN LAS COSAS BUENAS.
que fuimos a ese cine, lo recordamos como
EL LUGAR DONDE OCURREN LAS COSAS BUENAS.
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2 comentarios:
Me emocione mas que cuando Goku le corto la cola a Freezer.
ese niñito se parece al edith piaf chileno =)
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