
Hoy me di cuenta de una cosa:
Cuando se acerca un disco nuevo de Weezer,
todo me emociona...
todo me emociona...
Un brief urgente de Fonasa, una marraqueta con queso fundido, un recuerdo del ´94, ver pajaritos volando. Amigos abrazándose, amigos abrazándose en cámara lenta, amigos abrazándose en cámara lenta bajo la lluvia. El smog, un vidrio marca Lirquén, el sonido del doble click. Una ligustrina. Las babas de Godzilla. Una canción de Buddy, tres mensajes de texto, activar un freno de emergencia del metro, peinarme para atrás, cargar la Bip!, un kayac. Marcar un piso par en el ascensor, una servilleta, el número 1342, el cantar del Mio Cid, gastar la goma de mi portaminas, derramar café sobre el teclado nuevo, el puré de papas, cambiar la tv, contar rayitas en los pasos de cebra, entrar al schopdog, no o si fumar, pagar un pan de miel, mi diccionario de sinónimos, la pasta de dientes del conejito. El nombre filomena, cerrar el msn, una polera nacional. Una película con escenas de montaña rusa, la banda ancha, el traje de superman, ignorar una partida de póker, ir y volver, mi credencial del Blockbuster, desayunar un pingüino, el Nokia-tone, volver a volver, el dinosaurio Bernardo y, hasta un boy scout de 40 años...
Todo me emociona.
Todo me emociona.
Qué sé yo, pero, mientras escribía esto,
también estaba emocionado.
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también estaba emocionado.
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