
Vió la luz al final del túnel...
y vive para contarlo!!
10 de la mañana en el metro Las Rejas. La gente en el lugar, desbordaba la capacidad del andén norte de la estación. Los escolares o el Transantiago tenían la culpa del colapso.
Al llegar a la línea amarilla, una guardia me decía:"... Jóven, detrás de la línea amarilla, por favor!...". Accedí.
Como siempre llega un tren sin pasajeros, no me preocupé por la cantidad de gente que ya se agolpaba. El metro es lo más y aguanta a muuuuchas personas.
Al mirar a cada lado del andén, caché que había un tren en cada túnel esperando quién sabe qué. El vacío que viene de Ecuador y el que trae gente de Pajaritos.
El que venía de Pajaritos empezó a tocar su bocina muy fuerte y prendía las luces como si fuera un árbol de pascua (nunca había escuchado la bocina del metro). El otro desde ecuador, no hacía más que esperar. Los parlantes de Las Rejas daban claves: A1, Rj3, C1, c2,D, JWT, E, BJ, Pcl, etc, etc...
La gente, desesperada por la hora (ya pasaron 5 minutos) decía: "Puta el Transantiago!!...", Todos le echaban la culpa a Bam-Bam. Sobre todo una señora que estaba a mi lado que ya llegaba atrasada a su trabajo.
El tren desde Pajaritos empezó una lenta marcha con los focos prendidos al máximo y tocando la bocina. Llegando al andén, todos, incluído yo, teníamos un signo de interrogación sobre nuestras cabezas. Por qué ninguno de los dos trenes había avanzado si la gente era tanta...
Y ahí aparece la sorpresa: Un perro quiltro lleno de tiña y jugetón, jugaba en la línea dentro del túnel y salía corriendo desde lo oscuro llevando un trozo de carne en su hocico. Se escuchó un AAAAAAAAAAhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!! generalizado y todos pasaron de estar enojados con el metro a ser unos fanáticos del espíritu del tren subterráneo. La señora a mi lado me decía: Con esto, no me va a importar llegar tarde...
Después, un guardia se tira a la línea y lo saca como trofeo entre la multitud.
Se salvó de ser atropellado, porque si el metro fuera de capitales privados, lo hacen re-cagar.
El Metro te cuida, cuida al metro.
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Al llegar a la línea amarilla, una guardia me decía:"... Jóven, detrás de la línea amarilla, por favor!...". Accedí.
Como siempre llega un tren sin pasajeros, no me preocupé por la cantidad de gente que ya se agolpaba. El metro es lo más y aguanta a muuuuchas personas.
Al mirar a cada lado del andén, caché que había un tren en cada túnel esperando quién sabe qué. El vacío que viene de Ecuador y el que trae gente de Pajaritos.
El que venía de Pajaritos empezó a tocar su bocina muy fuerte y prendía las luces como si fuera un árbol de pascua (nunca había escuchado la bocina del metro). El otro desde ecuador, no hacía más que esperar. Los parlantes de Las Rejas daban claves: A1, Rj3, C1, c2,D, JWT, E, BJ, Pcl, etc, etc...
La gente, desesperada por la hora (ya pasaron 5 minutos) decía: "Puta el Transantiago!!...", Todos le echaban la culpa a Bam-Bam. Sobre todo una señora que estaba a mi lado que ya llegaba atrasada a su trabajo.
El tren desde Pajaritos empezó una lenta marcha con los focos prendidos al máximo y tocando la bocina. Llegando al andén, todos, incluído yo, teníamos un signo de interrogación sobre nuestras cabezas. Por qué ninguno de los dos trenes había avanzado si la gente era tanta...
Y ahí aparece la sorpresa: Un perro quiltro lleno de tiña y jugetón, jugaba en la línea dentro del túnel y salía corriendo desde lo oscuro llevando un trozo de carne en su hocico. Se escuchó un AAAAAAAAAAhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!! generalizado y todos pasaron de estar enojados con el metro a ser unos fanáticos del espíritu del tren subterráneo. La señora a mi lado me decía: Con esto, no me va a importar llegar tarde...
Después, un guardia se tira a la línea y lo saca como trofeo entre la multitud.
Se salvó de ser atropellado, porque si el metro fuera de capitales privados, lo hacen re-cagar.
El Metro te cuida, cuida al metro.
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