ULTRA-VIOLETA

Una buena noche, cerca de las 25:56 hrs., caminaba por provi´s con Mormón directo a comer unos escalofriantes y poco mayoneseados churrascos. Eso, mientras encontrabamos el restobars con karoake donde le hacían la despedida de Grey a Chávez.
Pero no podríamos haber llegado hasta ahí sin pasar, obviamente, por las calles aledañas mediante transantiago y todas esas vainas que uno tiene que vivir para llegar a un reverendo lugar.
Mientras apoyaba mis negras zapatillas rápida y acrobáticamente por las aceras de ese extinto centro de la diversión, me di cuenta de una hueá super-spechial:

¡¡LOS CABROS QUE HOY ESTÁN DE ULTRA-MODA,
USAN LENTES DEL SOL AÚN CUANDO EN SANTIAGO ES DE NOCHE
Y ESTÁ MÁS OSCURO QUE EN SUS PROPIOS CEREBROS!!

Y así fue como la curiosidad pudo más que la lata de Coca-Cola que en ese momento ansiosamente me tomaba. Comencé a mirar a la gente del lugar y claro que había musha lolería con anteojos oscuros cuando ya era de noche. Lunas después, en la comodidad de la 404 o en la incomodidad de la i04, los casos sumaban y seguían.

O sea, les creo que Stevie Wonder los use porque realmente los necesita. Que los haya usado Joey Ramone porque le daba mucha-mucha onda de rockero o que los de CQC se los pongan en tv porque en frente de ellos hay unos tremendos focos. Por último por que nadas con cañufla. Pero, ¿Que se los ponga el Brayatan Mississippi porque quiere tener onda con las féminas y por seguir ese objetivo casi se saca la chucha en la subida de la micro?. ¡¡No pasa na´!!

En consecuencia, creo que los anteojos de sol los deben usar sólo cuando el cara de gallo lo amerita y no de noche o en el metro donde la gente se ve francamente, muy ridícula.

Por: Brayatan Mississippi.




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¿QUÉ?

Una noche oscura cerca de las diez, en la estación Baquedano del trome, medinamo iba con su personal estéreo escuchando ese gran disco "Adrenaline" de Deftones. Pero como escuchar música en el metro es más bien complicado por el ruido que se genera al paso del tren por los túneles, tuvo que aplicarle el surround al máximo.
Todo iba muy bien, hasta que una amable viejecita muy parecida a la tía de Spiderman, le hace un gesto para que se saque un audífono y le pregunta:

- ¿No cree que está demasiado fuerte la música?. Va a quedar sordo.

Chucha. No le quedó más que escuchar sus palabras, apagar el buen Walkman y reflexionar sobre la sordera que puede estar a la salida del metro.

Hay que escuchar a los mayores.

Medinamo por seba,
su hermano chico.

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Y VIVA FELIZ POR SIEMPRE.

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