miércoles, junio 27


¡AL INFINITO Y MÁS ALLÁ!
Especial Pixar vol. I

El pasado lunes, al ver el buen trailer de Ratatouille en el andén del metro, reflexioné: ¿Existirá alguien en PIXAR que esté aburrido de su trabajo?. Alguien que diga: ¡Puta la wea... me mandaría a cambiar de esta empresa de mierda...!.
Al día siguiente, entré al sitio web de esta prestigiosa Pyme, sólo para saber que necesitaba para entrar ahí y reemplazar a ese desgraciado. Y uff... mejor ni me acuerdo de lo que vi.



Waaaaaaaaaaall·e.

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domingo, junio 17


LO PRECOG

Un buen día, en la compañía de Naty y Chávez, detecté a un individuo que nos "tasaba" peligrosamente y de manera muy notoria. Estaba más que claro que nos iba a asaltar y que en cualquier momento perderíamos alguna de las pertenencias que llevabamos. Tuve que advertirles a mis amigos de la situación y nos bajamos altiro de la 379 en la que ibamos.
Esa astuta forma de ganarle a la delincuencia se denominó: EL PRESENTIMIENTO, gracias a que veníamos de ver la película Minority Report.
Al bajarnos en todo caso no nos fue tan bien, ya que una manifestación universitaria hizo que una nube de gas lacrimógeno y carros lanzaaguas pasaran frente a nosotros de manera poco amistosa.
Con el paso del tiempo, este "presentimiento" nos ha ayudado a clasificar y evitar los posibles encuentros cercanos con la delincuencia callejera. Por ejemplo: si viene un flaite muy flaite caminando hacia nosotros, basta con decir que el indicador está subiendo para saber que debemos evitar ese cruce y salir airosos de la situación. Esto lo aplico en el metro, las micros, las calles, en el abrazo, en el centro o cualquier lado.
Pero bueno. Esta capacidad que Allah me entregó o que desarrollé depués de sufrir tres asaltos, lamentablemente no fue heredada por mi hermano menor. Así fue que en compañía de su primo fue asaltado de forma violenta mientras se dirigían a la casa de este último después de compartir unos momentos con Bilz y suflés de queso en una convivencia junto a sus amigos, la noche del sábado.

Por eso amigos, cuando vean un flaite merodeando a cien metros a la redonda de ustedes, analizen la situación con variables como: la luminosidad del sol, la cantidad de gente alrededor, las pertenencias deseables por otro y la energía que tengan para correr si es necesario.


Pungas reculiaos.


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miércoles, junio 13


¡SHOOOOOOO-RYU-KEN!



Mis días de colegio, a partir del quinto básico, se destacaron por el rito de todas las tardes: Esperar la hora de salida para ir a jugar "Street fighter II" a los Delta.

El sonido de timbre del nunca bien ponderado "patio grande" del San Buenaventura (Al que llegué después de la expulsión de Orione), era una clara señal de que los rounds ya se venían.

Cada día era una experiencia religiosa. El ir a comprar las fichas a $30 de los juegos que estaban donde ahora funciona el McDonalds.
Una vez en el lugar, había que esperar por una de las tres máquinas disponibles de este gran videojuego para jugar esas humildes tres fichas con el poderoso Ryu.

Los jugadores más amariconados, usaban a Balrog y sólo se dedicaban a tirar derechazos mortales que mataban al recibir el cuarto o quinto hit. Otros más sofisticados, jugaban con Guile o Vega, ya que necesitaban saber la combinación exacta para lanzar los boomerangs o la garra y ganar. Yo también los usaba, pero aprendí el valor de la lucha e ir al tercer round si era necesario.
A los que si encontraba gallinitas, eran los pelmazos que usaban a la Chun-Li o a E.Honda porque tenían unas patadas dificilísimas de evadir. Aunque nada que una U pa´tras más los dos botones de combo no pudieran solucionar.

Un minuto de silencio por los Diana de ahumada que ahora están convertidos en Falabella. Grandes jornadas las pasé también ahi, mirando los rounds míos o los de otros.

Pero bueno. Con el tiempo, tuve "Street Fighter II" en Sega Genesis y era lo mejooooor. No tener que gastar plata en fichas y jugar hasta el amanecer convirtieron al verano del ´96 en el mejor de la vidaaaaah!.
Hoy, bajé la versión de Mame y se produjo el reencuentro mágico. Maravilloso. La wea sentimiento. Voy a hacer recagar el teclado, pero filo.



You win. ¡Perfect!.


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