lunes, abril 30


PENELOPE HAY UNA SOLA

Deslizaba sagazmente mis Vans Old School por las baldosas de un concurrido mall, cuando, entre esquivar y esquivar viejas o cabros chicos, me encontré de frente y muy de cerca con una linda chica de la TV local. Pensé: "mira que tengo cuea..."
Antes, ella me gustaba porque algunos la llamaban "la doble chilena de Penélope Cruz" y al compartir de alguna manera esa opinión, caí en el juego. Me convertí en admirador de Rita Cox por su parecido a la bella Penélope. Eso hasta hoy.

Fueron buenos momentos. La tuve tan cerca que incluso podía oler su perfume de frambuesas en la piel y el limón-mentolado de su cabello. Eso, parecía un encuentro mágico e imborrable, fue bueno hasta que se cumplió el segundo 3 de un total de 4 que duró nuestro idilio. Ahí les va:

18:48:00 La ví a escazos cuarenta centímetros. Su estatura es perfecta y el resto de su humanidad no lo podré comentar porque se encontraba cubierto. Sentía su perfume.

18:48:01 Ya había confirmado que era Rita Cox (La doble Chilena de Penélope Cruz). Confirmaba también lo parecidas que son. Si... en realidad te pareces, Rita.

18:48:02 Ella me mira, pero claramente no le importó que yo estuviera ahí. Seguí insistiendo en que lo nuestro podría funcionar y la miraba con más vehemencia. Ella no atendía.

---- Ahora viene lo malo ---

18:48:03 Se lanza un bostezo de esos que califican como terribles. Detallando la horrorosa situación, sería algo así: 1) Boca abierta como para empinarse un UltraBigMac de 3/4 de libra con extra queso, extra pan y cinco haburgesas demás. 2) Baba (con hilachas de baba), como la que sólo Munra ha sido capaz de tener en esta vida y en las anteriores. 3) Un grito que debe haber despertado hasta a los pobres pingüinos recién nacidos en el polo sur.

Esto último pasó mientras sólo yo la miraba y, por alá, que haya sido involuntario.
Fueron los cuatro segundos de amor más tristes de la vida. Pero no en la de ella. Por lo demás, se acabó mi admiración hacia Rita porque en realidad no creo que Penélope haya sido capaz de hacerme eso.

Ahora, no me queda otra que esperar que cuando me encuentre con Tonka Tomicic, no haya comido algo muy meteórico.



Me fascina Ripley



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viernes, abril 27


PERDIDO EN LA VIDA

Hace exactamente seis meses que mi TV a color está ahí. Sirve sólo para apoyar cosas o poner sobre ella las cajas de mis discos de películas o MP3. Esa caja negra marca Samsung debe haber sabido que estaba muy adicto a ella y simplemente decidió pasar a una mejor vida para alegrar la mía. Recuerdo eso si, que antes de que comenzara a fallar, resolvía todas las dudas sobre el destino que le debía dar a mi tiempo libre. L.

Pero bueno, ese noble aparato a todo color llegado a fines de 1997 a mi habitación (reemplazado hoy por una de 5" B/N), me convirtió en fanático de series del cable como: Los Simpsons, Padre de Familia, The Sopranos, That 70´s show, Overhaulin´ o Bob Esponja. Esto, además de todo lo que me pareciera interesante del resto de la parrilla.

Así estuve mucho tiempo viendo y viendo series de TV y películas de HBO, hasta que en marzo del 2006, el cable desapareció. Pensé en ese momento que el mundo se acababa y que me sobraría tanto tiempo libre que, tal vez, hasta aprendería a tejer bufandas tricolores o el arte de la cerámica en frío. Pero no. Habían pasado pocos días y descubrí que podía vivir sin 65 inútiles canales y salir a respirar los fines de semana.
Todo iba muy bien y me sentía feliz sin ver tele, considerando que nada de los canales de señal abierta me generaba una adicción como la que sufría antes. Nada, hasta que en mayo pasado apareció LOST en UCTV y volví a caer en una serie de tv.

La primera vez que la vi, me cargó. Los doblajes eran charchas y tenía que zappear entre los top five de CQC y el 13. Además, el hecho de estar nuevamente de semana en semana esperando a que pasara algo nuevo, me hacía rechazar de antemano, cualquier detalle interesante.
Pero el guión que se hiló en esos dos primeros episodios lo encontré tan bueno, que ahí estoy porque simplemente me la ganó. De nuevo, pendiente de una serie y ya voy en la tercera temporada, viéndola en la agencia en el almuerzo, en maratones que me pego con sies episodios al hilo o en repeticiones nocturnas del 13.

Hoy, vi el capítulo 18 bajado de Torrent y debo decir que el final que tuvo, es lo que he estado esperando todo este tiempo. Una hueá que empiece a resolver lo que realmente sucede en esta puta isla.
Es que ya no quiero estar pendiente de estos sobrevivientes que existen sólo en la imaginación de cuatro gringos patanes y en las pantallas de cien millones de personas en este mundo. Se había puesto fomeque el guión, además.

Ahora, se rumorea que el final viene después de esta temporada en una película que seguramente estrenarán el 2046 para extender la intriga. Ojalá muchos fanáticos no se hayan ido a ver Heroes o Nip Tuck.


PD: No contaré lo que sucede en este episodio 18, porque es una práctica imitada en otros sitios (al igual que mi plantilla) y eso ya no diverte mucho. Veánlo si les gusta la serie.



Previously on Lost.




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martes, abril 17


¡MALDITO MITI-MITI!


Faltaban pocos minutos para las 22:06, cuando la pila del buen reproductor de mp3 de medinamo se agotó. Y claro, la pregunta que me hice interiormente fue:
¿Dónde chucha compro una pila triple A en este mismo momento si estoy en un vagón del metro?.

Iba en la mitad de esa inservible y poco inteligente pregunta cuando se levanta una chica que no necesitaría nunca una visita al Doctor Vidal. Me senté tranquilo y resignado a no poder escuchar a Triple Salto Mortal, Los Tres o a Marco Antonio Solís.

Iba en la mitad de esa inservible y tranquila reflexión cuando caché que la mina (78% flaite) que iba a ser mi compañera de asiento en el trome, mascaba un miti-miti sabor menta (Puede haber sido de otro sabor también, da lo mismo).
Hasta ahí, lo único malo era que ella mascaba el chicle con la boca abierta. Pero cuando pude ir escuchando agradables y rítmicos acordes de guitarra distorsionada, sentí la primera de 34.453 explosiones de globos de su chicle al interior de la boca.
Son de esas reventadas que se producen cuando el globo se crea en el paladar y se revienta con la lengua.
¡Qué hueá más desagradable y te-rri-ble-men-te shulo, por alá!. Por si no las cachan suenan más o menos así:

Jjjuuuuuuuuuuiiiiiiippppppppllll... ¡¡clack!!.

Y bueno, tal vez si esto me pasa un día en que venga buena onda, la mina podría haber tocado hasta una gaita a mi lado. Pero hoy, que venía más o menos buena onda, se ganó todo mi malestar que sólo pude sobrellevar mirando la horrible campaña de la Universidad Autónoma que tenía sobre mi cabeza.


Precaución,
comienza el cierre de puertas.


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domingo, abril 1


EL MEJOR DISCO DE LA COLECCIÓN

El siguiente post, trata de un recuerdo tan innecesario como bien atesorado: El décimo aniversario de la compra del mejor título de mi colección de Cd´s.

DICE ASI:
Corría marzo del año 1997 y había llegado a juntar la imposible cantidad (para un escolar) de $13.000 para la compra de Pinkerton, el segundo disco oficial de Weezer. Pero como este no tenía hits sonando en las radios al estilo del anterior "Blue Album", las tiendas locales simplemente no lo traían. La única forma de tenerlo original y no en cassette, sería importándolo través de Traffic (una difunta tienda del eurocentro). Chuata. No quedaba otra.

Así fue como se lo encargué al tipo con pinta de hippie de carretera y rostro trasnochado que atendía esa disquería. Le aboné la mitad del valor. Algo terriblemente arriesgado porque no me dieron ni siquiera una boleta por la tremanda cantidad de plata (bribonadas que uno a esa edad no maneja). Pero, después de 14 días, el disco de una rara carátula asiática negra ya estaba en mis manos. Yabba-dabba-doo!!!

Caminar del Euro a Alameda, se hizo eterno. El MaxiBus Las Flores que me traía siempre del colegio hasta Maipú, nunca había viajado tan lento. Nadie entendía la importancia de lo que llevaba fresquito en la mochila. Después, bajarme y llegar hasta la casa fue tan difícil como una expedición en calzoncillos al Everest.

Una vez frente al reproductor de CD´s, la risa ya empezaba a dibujarse en mai feis. Abrir la caja, sacar el disco con la mayor precaución humana, mirar el polímero (tan lindo) y revisar si estaba rayado o no fue cosa de segundos. ¡PLAY CTM!

AAAAAAAAhhhhh!!!... Manjar para los oídos. Creo que fue una de las mejores tardes de la vida, aunque el disco en total, dura 34 minutos. Sonaban grandes melodías como "Getchoo", "Why Bother?" o "Across the sea". Grandes obras maestras que de seguro se venderán junto a la revista Ercilla en unos 50 años más.

Se los recomiendo enormemente porque sus 10 canciones se van superando una a la otra y se convierte en el mejor disco para días nublados.


=w=



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